La Sabiduría de la Cucaracha
- Kati Sandmann
- Jan 14
- 3 min read

¿Has alguna vez tenido un día raro, cuando parece que todos están hablando tonterías superficiales? No importa cuanto te esfuerzas, simplemente no puedes relacionarte con nadie.
Después de mi experiencia cercana a la muerte, me sentí así por unos ocho años. Una noche estuve sentada en mi corredor, preguntándome que había pasado, cuando de repente vi una cucaracha directamente en frente de mí. Estuve a punto de quitarme un zapato para aplastarla, pero ella estuvo sentada ahí tan tranquilamente que me acerqué para observarla un rato.
Me concentré en su forma, la simetría perfecta de sus alas, los ganchitos en sus piernas, sus delicadas articulaciones, y de repente, mi di cuenta de algo maravilloso: Nuestra repugnancia está simplemente basada en las imagenes de suciedad, bacterias, pichanchas y basura que vinculamos con este animal. Estos prejuicios solo nos impiden recibir la profunda sabiduría de la cucaracha y todas las lecciones que ella nos ofrece.
Si la vemos desde esta perspectiva, realmente no hay nada asqueroso en estas criaturas, sino al revés: son perfectamente diseñadas, hermosas y pertenecen a la creación, igual que tú y yo. De hecho, ¡estos animales nos pueden enseñar mucho acerca de la sobrevivencia, resiliencia y abundancia!
Esa fue mi introducción a la telepatía inter-especies. Claro, no sabía que la criatura me estuve hablando. Me pregunté si me había vuelto loca por completo, y si no sería prudente buscar un psiquiatra. Sin embargo, su mensaje me parecía maravilloso, no era nada oscuro, como se asocia con escuchar voces. Y realmente no era una voz, era más bien una sensación de saber que brotó como una flor en mis pensamientos, y se sintió tan bello que me hizo llorar.
Pronto recibí más y más de estos mensajes, de todo tipos de animals y hasta plantas. Parecía que estos seres reemplazaron los humanos en mi vida, y rápidamente me di cuenta que estuve recibiendo respuestas a preguntas existenciales que ningún humano me había podido dar. Durante mi vida adulta con tantos deberes se me había olvidado todo esto, pero en este momento me llegó este conocimiento profundo, aparentemente de la nada.
Pasaron otros tres años hasta que me enteré de la comunicación telepática con animales, y que no era necesario un psiquiatra o medicamentos. Durante este tiempo, mi vida anterior se desmoronó: Enseñar idiomas se volvió una carga inaguantable para mí, entonces empecé a trabajar remotamente desde la casa. La música que estuve tocando me parecía cada vez más sin sentido e insignificante. En otras palabras: la mona se salió del circo.
Encontré un grupo en línea de mujeres de todo el mundo. Todas estuvimos practicando y explorando nuestra espiritualidad y nuestros dones. Era el lugar perfecto para nutrir esta sensibilidad y recibir retro-alimentación. Me asombró como pude retransmitir mensajes de los mascotas para sus humanos, o como encontré animales perdidos, sin importar la distancia. Mientras tanto, vendí mis instrumentos musicales e invertí el dinero en materiales de arte.
Durante mi niñez, había dibujado y pintado todo el tiempo, pero lo dejé como otros niños dejan de jugar con muñecas cuando entran a la adolescencia. Se me había olvidado cuanto me alegró y emocionó crear una imagen en una hoja de papel, y que tan divertido es simplemente experimentar y aprender de prueba y error.
¿No se te hace increíble como una pequeña cucaracha puede cambiar toda tu vida? ¡Nunca te dejes engañar por apariencias!